Le apasionaba todo lo relacionado con el tema de los Ovnis, las abducciones, la Tierra Hueca y los Hombres de negro, por citar algunos misterios.
Héctor Antonio Picco durante un Congreso de Ovnilogía en 1999. |
Héctor Antonio Picco(1941–2017), fue escritor, poeta e investigador de fenómenos extraños. Nació el 14 de septiembre en un campo a las afueras de Rancul, en la provincia de La Pampa.
Residía desde hace 15 años en Capilla del Monte, y luego de sufrir una seria descompensación y permanecer varios días en terapia intensiva, falleció el 13 de mayo de este año en Capilla del Monte, provincia de Córdoba, Argentina.
Cuando tenía 4 años y medio, Picco estaba visitando la estancia Rocha, cuando su abuela piamontesa estaba cerrando la tranquera, en pleno día a unos 300 metros, vieron un objeto que se desplazaba por el aire que parecía un pez volador. Ya adulto, reconoció que lo que observó en su infancia fue una nave cigarro.
Nave cigarro registrada en Mérida, México, en mayo de 2003. Similar a la observada por Picco en su infancia. |
En 1969 funda la revista Promoción en Huinca Renancó, donde residió con su familia durante 18 años (sur de Córdoba, a 25 kilómetros del límite con La Pampa).Años después, pasó de colaborador a Secretario de Redacción de la famosa y ya desaparecida revista Cuarta Dimensión, entre los años 1987 a 1990, dirigida por Fabio Zerpa, en la cual publicó varios artículos. En 1990, Picco tiene una discusión con Zerpa y emprende su propio camino.
Comienza a dar en 1990 una serie de conferencias en distintas ciudades tituladas“Ovnis, la recta final”. También fue fundador y director de las revistas Lo que Vendrá (1992/1993), y luego director y redactor de la revista La destrucción del Planeta Tierra (edición única 1993). Redactor Especial de Diario Crónica (1995/96), fue Jefe de Redacción de UFO Top Secret (1997/98), y Redactor Especial de Revista Excalibur(1997/98).
La Huella en la ladera del monte Pajarillo, en enero de 1986, Capilla del Monte. |
Investigó el tema Ovni y otras temáticas afines por 40 años, y fue el primer investigador en llegar a la “huella del Monte Pajarillo” en enero de 1986. Picco estaba de vacaciones en una ciudad cercana y leyendo los diarios se enteró de la huella y fue inmediatamente hasta Capilla del Monte en representación de ONIFE, y la investigación se publicó a los pocos días en la desaparecida revista Cuarta Dimensión.
Héctor Antonio Picco se mudó a Capilla del Monte con su mujer Graciela el 9 de octubre de 2002, provenientes de Buenos Aires. Con el tiempo, el investigador se convirtió en un referente turístico y ovnilógico de la ciudad.
El primer caso Ovni de la Argentina
Héctor Antonio Picco difundióel primer caso Ovni de la República Argentina, que sucedió en el Valle de Punilla, Córdoba, en setiembre de 1943, mucho antes que el famoso caso del piloto norteamericano Kenneth Arnold, el 24 de junio de 1947, que hizo famoso el fenómeno de los “discos voladores”.
Héctor A. Picco en 1989. |
El testigo de este caso extraordinario sucedido en la Argentina que encontró Héctor Antonio Picco fue el ingeniero industrial René Navarro Ocampo, que viajaba solo en setiembre de 1943 desde la ciudad de Rosario a Córdoba, al pasar la localidad de Oncativo, cerca de Laguna Larga, vio posado en la ruta un objeto en forma de disco muy luminoso. Era un fuego de luces de varios colores. El testigo se mostró sorprendido por lo que estaba observando y detuvo el automóvil. Al acercarse caminando al objeto, el aparato despegó despacio y verticalmente, quedó detenido en el cielo a una altura de unos mil metros. Segundos después se alejó a una velocidad increíble. En el suelo, en el centro de la carretera, quedó algo luminoso, Navarro Ocampo creyendo que estaba ardiendo, tomó una toalla y lo agarró, descubriendo que el objeto estaba congelado.
Nicolás Mancera, un pionero en la difusión del fenómeno Ovni. |
Picco explicó que el objetofue analizado por la Fuerza Aérea a fines de la década del sesenta, y en un informe sin membrete, la entidad afirmó que es un acero para herramientas de máxima pureza como el acero especial Böhler. Picco investigó en la propia empresa industrial que elabora ese acero y descubrió que ese tipo de acero lo empezaron a fabricar oficialmente en 1966. Navarro Ocampo, ya anciano, falleció en la localidad de Los Cocos, Córdoba. El objeto lo tiene un sobrino y se lo mostró en 1998 a Picco.
Libros de Héctor Antonio Picco
Sus investigaciones y experiencia están en varios de sus libros: “Reencarnación del Martín Fierro”, “Los que Perdieron la América” (1985), “Las Pruebas Materiales de La Tierra Hueca”, 1era. edición 1987, 2da. Edición 1995, corregida y aumentada con el primer estudio científico mundial demostrando que la tierra es hueca, 3era. edición bilingüe castellano-inglés; y "Los hombres de negro en la Argentina y en el Triángulo de las Bermudas", edición de 128 páginas bilingüe castellano-inglés, año 1997.
Uno de los libros de Héctor Picco, con poesías muy interesantes. |
Su último libro editado en formato digital fue La Mujer que operaron en un Ovni, contiene además audio y vídeo. Fue editado el 14 de julio de 2004, donde explica todos los episodios vividos por Mónica Pérez Sales, una mujer nacida en Vicente López, Buenos Aires, que comenzó a tener “contactos” y finalmente “encuentros cercanos” con seres supuestamente extraterrestres. El lazo de Pérez con los extraños seres comenzó el 5 de abril de 1985.
El Caso Ferraudi
En 1986, siendo Picco miembro de la desaparecida organización ONIFE fundada por Fabio Zerpa, se produjo un curioso caso Ovni protagonizado por Orlando Ferraudi. Héctor Antonio Picco, Jorge Cosso y Eduardo Rando, fueron los encargados de investigar y refrendar, a través de las páginas de la revista Cuarta Dimensión, los recuerdos sorprendentes de la aventura vivida por Orlando. También el diario porteño Crónica, a través del trabajo del mencionado Héctor Picco, difundió el caso.
En agosto de 1956, cuando tenía 18 años, Orlando Ferraudi fue abducido. |
Alrededor de las 23,30 horas, Orlando Ferraudiestaba sentado frente a la costa con su caña de pescar, en esos momentos sintió (o percibió) que alguien estaba detrás de él. Al principio creyó que era un “linyera”, un indigente, que venía a pedirle algo o directamente a robarle; sin embargo cuando pudo observar al ser fue la gran sorpresa. Éste personaje, semejante a un humano, era mucho más alto que Orlando (que mide 1,85 metros), alrededor de 2 metros de altura, vestido con un traje enterizo color amarillo/anaranjado que emitía como pequeñas “chispas”, el traje terminaba en una capucha que caía sobre la espalda. El humanoide era muy rubio, con el pelo cortado al ras, piel muy blanca, atlético, con ojos color miel (el clásico ser conocido como “Adamskiano”). Lo tomó del brazo y le transmitió mentalmente que se quedara tranquilo, que no tuviera miedo, que no le iba a pasar nada malo, y que tendrían que hacer un largo viaje.
Ferraudi fue objeto de un examen médico en el interior de un Ovni. |
Penetró, en una pequeña estancia sin bordes rectos, totalmente abovedada, donde la luz parecía salir de las propias paredes.Orlando descubrió que había una pequeña niña que se identificó como Elena, de once años. Ésta le relato que había sido subida al ufo desde su casa en Villa Mercedes (Provincia de San Luis – Argentina), cuando sintió ruidos en la terraza de su casa, pensando que le había pasado algo a su gato. La niña le expresa a Orlando, que no tuviera miedo, que no les harían daño.
Los seres que abdujeron a Ferraudi se comunicaban telepáticamente. |
Se les indicó (siempre telepáticamente) que realizarían un pequeño viaje, primero por debajo del agua, a través de la Bahía de San Borombón (al sur de Buenos Aires) hacia la costa uruguaya y posteriormente cruzarían el Océano Atlántico, en dirección al continente africano, desde donde subirían al espacio. Según les explican, debían hacer eso para evitar la detección y que los tomaran como enemigos.
Un mínimo de nueve seres (lo que calcula Ferraudi), trabajan en la totalidad de la nave. En un momento le hacen mirar una de las pantallas, viendo que están subiendo y que la Tierra se aleja. Ninguna sensación de movimiento. Les llama la atención el color azul de la Tierra. También le muestran la Luna, que Orlando la describe de un color gris opaco. Pasan la órbita de la Luna y les hacen observar el Sol (siempre a través de la pantalla). Aquí hay un dato muy curioso, ya que Orlando dice que el “Sol es negro”.
La experiencia que vivió Ferraudi en el Ovni lo marcó para toda la vida. |
Terminados los exámenes, le dicen a Ferraudi que está bien físicamente, que han trabajado en su glándula pineal. También le dicen que“de las cinco razas que pueblan este planeta, ninguna es propia de la Tierra; sólo son restos de civilizaciones de otros planetas. La Tierra hace mucho tiempo sólo se conocía por ser el zoológico del Sistema Solar. Las razas que hoy existen han sufrido mutaciones genéticas por sus propias culpas, pero lo que les queda de lo que fueron, es la glándula Pineal. Por eso a Uds. les reactivaremos ésta glándula, porque así cuando nosotros pensemos en Uds. al instante sentirán una especie de zumbido dentro de su cabeza”.
El testigo no sabe cómo, pero despierta en el mismo lugar donde fue abducido ya habiendo amanecido y habiendo perdido seis horas de su vida. ¿Qué pasó en el tiempo perdido? ¿Dónde está la pequeña Elena? ¿Qué significa un signo que él tiene en su mente?
El libro de Orlando Ferraudi donde relata su experiencia. |
El 9 de enero de 1991, Héctor Antonio Picco junto con otros investigadores fue invitado al programa Almorzando con Mirtha Legrand que se emite desde 1968. Le hizo entrega a la conductora de su libro sobre el tema de la tierra hueca.
Picco también investigó un caso que sucedió el 13 de agosto de 1984 al gendarme Jorge Carranza que estaba al lado de un río en la Patagonia y le aparecieron dos seres de la nada, un hombre y una mujer, que habían salido de una nave oculta a cierta distancia. Visitó el lugar y habló con el testigo en 1992 acompañado por los investigadores Bibiana Bryson, Leonel Mercuri, P. Bryson y Stefan Vahl.
La Tierra es hueca
Héctor Picco siempre sostuvo la Teoría de la Tierra Hueca, como dejó constancia en varios de sus trabajos y exposiciones, como así también la realidad de los Hombres de Negro, Sociedades Secretas y diversas conexiones esotéricas. Fue conferencista y participante de numerosos congresos sobre Ovnilogía y temas vinculados.
Entrevista a Picco en un canal de televisión. |
Y si seguimos enumerando a defensores de la tierra hueca, tenemos a Walter Sullivan, Richard Cruiser, William Reed, Ferdinand Ossendowski, el vicealmirante Richard Byrd, John Leslie, Raymond Bernard, Florencio de Basaldúa, Juan Moricz, William F. Warren, Cyrus Reed Teed, Marshall Gardner, Ray Palmer y un larguísimo, etc.
Cartel de ingreso a Capilla del Monte, provincia de Córdoba. |
Afirmaba que la Antártida encierra el secreto de los Ovnis, y que los vuelos transpolares no eran tales, ya que el avión, en el caso de la Antártida, no pasaba por el Polo Sur porque según el OACI (Ordenamiento Aéreo Civil Internacional), no es permitido volar a cualquiera más allá del paralelo 70 grados sur, justo donde comienza la curvatura del hueco de la Antártida, la entrada polar. Aparte de la entrada por el Polo Sur, los intraterrestres tendrían bases ocultas debajo de la superficie congelada de la Antártida.
Mapa que demuestra que no se atraviesa el polo sur en vuelos transpolares, de la revista En Vuelo del año 1991. |
Existiría una zona prohibida de la Antártida; en ella todas las imágenes de satélite de esta zona son automáticamente clasificadas; no se permite la navegación aérea; los gobiernos aducen motivos de seguridad nacional. ¿qué motivos de seguridad nacional hay en el otro extremo del mundo?
Picco siempre recomendaba la lectura del libro Cibernética, el nuevo paradigma, del ingeniero civil Jorge M. Ferro que, de acuerdo con el comportamiento vehícular de los Ovnis detalla exactamente su realización tecnológica. Afirmaba que ya se puede construir un prototipo de disco volante, solo falta la voluntad para hacerlo.
El investigador fallecido compartía un sueño con varios defensores de la teoría de la Tierra hueca, tenía todo planeado con especificaciones técnicas y humanas, además de los cálculos presupuestarios, para realizar el Gran Viaje al Mundo Subterráneo, viajando en un avión Hércules C-130 desde la Antártida Argentina hacia el Polo Sur e intentar contactar con los habitantes intraterrenos, ingresando por la abertura polar Sur. No halló eco. El promotor de este proyecto que fue propuesto a varios presidentes argentinos era otro investigador argentino, radicado en España, Marcelo Gabriel Silva.
Antonio Cárdenas Tabies y Héctor Antonio Picco, en 1995 en Chile. |
Al año siguiente Picco recorrió las principales ciudades de Argentina. El 15 de abril de 1996 visitó la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, donde dio un par de charlas presentando la segunda edición de su libro Las Pruebas materiales de la Tierra Hueca.
Héctor A. Picco con el transcurso de los años desarrolló una cosmovisión y una interpretación del mundo que nos rodea. Estaba convencido de la existencia de una enorme conspiración secreta en la que los Hombres de Negro venían intimidando a investigadores y testigos del fenómeno Ovni, casi desde la Antigüedad. También denunciaba una Sinarquía de seres inescrupulosos que manipulan ocultamente a la humanidad.
Decía que el Mal está organizado en secreto por un grupo perfectamente coordinado y poderoso. A esta sociedad secreta se le oponen los espíritus creadores y benévolos que finalmente resultarán vencedores en el fin de este ciclo de la humanidad.
Dibujo de un Hombre de Negro. |
Picco, por experiencias personales era un convencido de la puesta en marcha de una conspiración mundial, en la que intervienen gobiernos y organismos secretos, tendiente a esconder la verdad a la mayoría de los que habitamos el planeta y esclavizar a todos.
También sostenía que una civilización superior en tecnología bélica puebla las entrañas de la Tierra. Tambiénestaba convencido de la presencia, en el pasado, hace más de 20 mil años, de una raza hiperbórea en la región del valle de Punilla; en Córdoba.
El Ocaso de los redentores, de 1992. |
Desde hace unos diez años, Picco vivía en la humildad más extrema. Su hogar era una pequeña habitación, al lado del “Museo del Ovni”, donde convivía con dos perros que lo protegían de los intrusos y reconocían a la gente buena de la que venía con malas intenciones.
Es desconcertante que un investigador de la talla de Picco termine sus días en la más absoluta pobreza y anonimato.
Es muy triste que tuviera que ganarse la vida en Capilla del Monte vendiendo sus libros a los turistas y también los de su biblioteca para poder subsistir.
Antonio Picco en su humilde vivienda conversando con el investigador Fernando J. Soto Roland. |
Todos recordaremos siempre a Héctor Antonio Picco porsu voz clara y nítida, su elevada estatura y sus sueños de llegar algún día al interior del mundo subterráneo.
Por Alberto Seoane
Vea aquí una excelente entrevista realizada a Héctor Antonio Picco por el investigador español Miguel Blanco:
Héctor Antonio Picco en "Espacio en Blanco" con Miguel Blanco // LA TIERRA HUECA