Un estudio británico determina el punto exacto de esta Maravilla del Mundo Antiguo, a 480 kilómetros de Babilonia, en Nínive.
Nuevas investigaciones revelan que los jardines colgantes fueron construidos por el rey Senaquerib en la ciudad de Nínive. |
Los Jardines Colgantes de Babilonia es la única Maravilla del Mundo Antiguo cuya localización se desconocía... Hasta ahora. La leyenda decía que fueron construidos en el siglo VI a. C. durante el reinado de Nabucodonosor IIen lo que se creía la ciudad de Babilonia, la Babel bíblica, a orillas del río Éufrates pero ahora se sabe que fueron construidos por el rey Senaquerib en Nínive, a orillas del Tigris.
Stephanie Dalley afirma que los jardines colgantes estaban cerca de Nínive. |
La investigadora Stephanie Dalley, de la Universidad de Oxford dice saber la ubicación de los jardines colgantes. |
Esta especialista ha investigado los textos antiguos y ha descubierto evidencias que apuntan a que los jardines no fueron construidos por los babilonios y su rey Nabucodonosor, como tradicionalmente se ha creído. Stephanie Dalley cree que fueron sus vecinos y enemigos, los asirios bajo el mandato de Senaquerib, su monarca, hace unos 2.700 años.
El mapa muestra la ubicación de Nínive y la ciudad de Hilla. |
No obstante, usando varios mapas, la investigadora logró enviar un equipo de filmación local escoltado hasta las ruinas del palacio de Senaquerib. El equipo recogió imágenes de un gran montículo de tierra y escombros, debajo de la cual hay un área de vegetación.
Los jardines colgantes fueron construidos por los asirios. |
La filmación del posible escenario es la culminación de veinte años de trabajos de Stephanie Dalley, del Instituto Oriental de la Universidad de Oxford, para encontrar esta maravilla.
Sargón II, a la derecha, junto a su hijo, el príncipe Senaquerib, en un bajorrelieve que se encuentra en el Louvre. |
Uno de esos escritos apunta a que fueron creados por el rey Nabucodonosor, 600 años antes del nacimiento de Cristo, en Babilonia. El monarca concibió los Jardines como un regalo a su esposa Amytis, hija del rey de los medos. Un paraíso en el desierto para que le recordara las hermosas montañas de su florida tierra.
Una leyenda dice que fueron construidos por la reina guerrera Semiramis en el siglo IX. a. C. |
Según otra leyenda, en cambio, los jardines habrían sido construidos en el siglo XI a. C. Pero entonces reinaba en Babilonia Shammuramat, llamada Semíramis por los griegos, como regente de su hijo Adadnirari III. Fue una reina valiente, que conquistó la India y Egipto. Pero no resistió que su hijo conspirara para derrotarla, y terminó suicidándose.
Texto cuneiforme
Stephanie Dalley cambió de localización hasta el norte después de descodificar un antiguo texto cuneiforme (una de las formas más antiguas de expresión escrita), que le llevó a creer que los jardines habían sido atribuidos a la ubicación incorrecta, el hombre equivocado y el período erróneo.
Estado actual de la muralla de Nínive, ciudad donde estarían situados los famosos jardines colgantes de Mesopotamia. |
También apoyaba su teoría un bajorrelieve procedente de Nínive que muestra un palacio y un jardín con árboles que cuelgan en el aire, a través de terrazas, y plantas suspendidas sobre arcos. Nínive también se menciona en la Biblia, como una ciudad edificada por el rey Nimrod, bisnieto de Noé, en Génesis Cap. 10, versículos 7 al 11.
La estructura de los jardines era de 300 pies de ancho y 60 de profundidad en algunos puntos. |
Fotografías desclasificadas
La investigación de Dalley, que se recoge en un documental que se estrenará en el Reino Unido, la ha llevado a establecer que la estructura delos jardines era de 300 pies de ancho y 60 pies de profundidad en algunos puntos. La especialista sostiene que todavía quedan restos de dicha estructura que se pueden apreciar en las fotografías desclasificadas tomadas por satélites espías estadounidenses.
El acueducto de Jerwan proveía del agua necesaria a los jardines colgantes. |
En el Antiguo Testamento, Jonás fue enviado por Dios a la ciudad de Nínive para advertir de su destruccióna causa de los pecados de sus habitantes.