En este día, dieciocho misiones aéreas argentinas cayeron sobre las tropas británicas.El campamento general de los invasores también fue atacado en el momento en que los comandantes Jeremy Moorey Julian Thompsonevaluaban como doblegar a los patriotas. Salvaron sus vidas por milagro. El cuartel generalquedó envuelto en fuego y humo tras el audaz ataque argentino que provocó cuantiosos daños y bajas que son ocultadas por Gran Bretaña hasta el año 2072.
Foto del avión Skyhawk (C-250) del teniente Mario Roca, tomada el 13 de junio de 1982 cargado con 3 bombas de 250 kilos a punto de despegar de la base de San Julián. |
Armados cada uno con 3 bombas de 250 kilos frenadas por paracaídas y cañones, cuatro Skyhawk, con el indicativo "Nene" despegan de la base de San Julián al mando del capitán AntonioZelaya (C-230) y del teniente OmarGelardi (C-227), el teniente Luis Cervera (C-212) y el alférez Guillermo Dellepiane (C-221). Le sigue otra formación, los "Chispa" encabezada por el capitán Carlos Varela (C-222), acompañado por los tenientes MarioRoca (C-250), Sergio Mayor (C-235) y el alférez MarceloMoroni (C-237).
Ataque de los A4B Skyhawk al Puesto de Comando de los invasores en Monte Kent. |
El capitán Varela precisó que, al ver las tropas inglesas, aceleró a fondo y ordenó tirar las 12 bombas. El tucumano remarcó que en su huida disparó con sus cañones a los helicópteros y a todo lo que se le cruzó en el camino. “Hasta que alguien me gritó: ‘¡Chispa uno... eyección!’”, dijo con voz firme. Uno de los pilotos vio cómo un misil se dirigía al avión de Varela y a los gritos le pidió que se eyectara para no sufrir el inminente impacto.
El teniente Luis "Tucu" Cervera junto a un A4B Skyhawk. En particular el C-240 atacó la Argonaut (21-05-82), la Antelope (23-05-82) y la Ardent (21-05-82). |
Precisó que cuando quiso ascender, el avión comenzó a temblar. “En ese momento pensé en eyectarme en tierra. Entonces bajé la potencia un 2%, que es demasiado para estos aviones, y me alejé de la isla”, confesó.
Detrás de la escuadrilla de Varela venía el teniente Luis “Tucu” Cervera con dos aviones más. “El Tucu” relató su experiencia de aquel día. Recordó que “llegamos rasantes. Los cuatro aviones que me precedían dejaban el chorro marcado sobre el agua, dejaban la estela marcada como si fueran una lancha. Ya en tierra entramos desde el Monte Kent”.
Divisó vehículos, helicópteros, numerosas tropas y ordenó a sus pilotos que descargaran todo el material explosivo, luego de lo cual dejaron atrás un campamento envuelto en fuego y humo.En la huida, precisó, se encontró de frente con un helicóptero Sea King y le disparó con los cañones.
Ilustración del derribo de un helicóptero inglés sobre el campamento de Jeremy Moore. |
Restos de un helicóptero en Monte Kent. |
Pero la tensión no se disipó. “Cuando tomé rumbo a San Julián, me encontré de frente con una fragata”, contó con la misma sorpresa de hace 25 años. “Dije: ‘ahora sí me la dan’. Porque no tenía ni una piedra para disparar”. Y se jugó a su suerte. “Empecé a virar cuando estaba a unos 100 metros. Miré de reojo por los espejos retrovisores esperando que me lanzara el misil. Y... no me tiró”, contó con la misma alegría de aquel momento.
El Alférez Guillermo Dellepiane. |
Dellepiane avisó que tenía poco combustible, porque un proyectil había impactado el ala y agujereado el tanque, que comenzó a derramar combustible a chorros. Preguntó a sus compañeros qué hacer: eyectarse o buscar el reabastecedor.“Yo le dije, porque era un gran amigo, ‘Piano’ encomendate a Dios y decidí vos qué querés hacer’”, comentó Cervera.
“El Trucha” Varela recordó que ordenó silencio y como el oficial más veterano le dijo a “El Piano” que él ya sabía lo que se debe hacer en esta situación. El joven piloto tomó la decisión de buscar el Hércules.“‘¡Tengo 100 libras, la puta que los parió... dónde está el Hércules!’, gritó por radio”, relató Cervera. “Le respondí: ‘¡quedáte tranquilo pendejo que llegás!’ Hasta que dijo que tenía cero combustible y, entonces, se produjo un silencio aterrador”.
Avión A4B reabasteciéndose de combustible de un Hércules. |
Moore y Thompson salvaron sus vidas por milagro
El 13 de junio, dieciocho misiones aéreas argentinas cayeron sobre las tropas invasoras. Una de ellas casi cambia el curso de la guerra. A las tres y diez de la tarde de ese día, siete aviones A4B Skyhawks lanzaron sus bombas sobre Monte Kent, alrededor de la base de la Tercera Brigada. En ese momento los comandantes Jeremy Moorey Julian Thompson evaluaban el ataque final a Puerto Argentino. Salvaron sus vidas por milagro.
El general Jeremy Moore y el brigadier Julian Thompson, con un mapa de las Malvinas, en Monte Kent, minutos antes del ataque de los aviones Skyhawks argentinos. |
Por la noche, dos bombarderos Canberra efectúan un ataque sorpresa contra el campamento de monte Kent. Son dos Canberra MK-62, indicativo "Baco", armados con cinco bombas MK-17 de 1.000 libras c/u con espoleta SSQ. Uno estaba piloteado por el Capitán Roberto Pastrán y Capitán Fernando Casado. El otro por el primer teniente Roberto Rivollier y el primer teniente Jorge Annino que despegaron de Río Gallegos a las 21:30.
Ambos llegaron al objetivo, lanzaron las bombas y hasta ese instante no existía fuego antiaéreo, pero inmediatamente después de las explosiones de las bombas se inició una intensa reacción. Fue en ese momento cuando el Camberra de Pastrán y Casado a los pocos segundos de lanzar sus bombas mortíferas fue alcanzado por un misil disparado desde tierra que le destruyó parte del avión y entró en tirabuzón chato. El piloto Capitán Pastrán logró eyectarse, no así el navegador Capitán Fernando Casadoque cayó y se estrelló muriendo en defensa de la Patria. El Capitán Pastrán cayó en el mar, próximo a la costa, infló su bote, desembarcó y fue hecho prisionero.
Dos aviones argentinos Camberra atacaron el campamento británico en Monte Kent. |
El otro Camberra evadió el intenso fuego antiaéreo con bengalas señuelos mientras escapaba hacia el oeste. Vio los resplandores del intenso cañoneo en Puerto Argentino. El "Baco 2" arribó a Río Gallegos a las 00:05 del día 14 de junio. Las bombas volvieron a provocar el pánico entre los invasores establecidos en Monte Kent.
Oficialmente, Gran Bretaña no reconoce ninguna baja, ningún daño, ni ningún helicóptero derribado en el ataque del 13 de junio. En el momento del ataque había más de 20 helicópteros estacionados. Jeremy Moore falleció a los 79 años, el 15 septiembre de 2007 llevándose muchos secretos a la tumba.
Los británicos estuvieron al borde de la derrota
Además de los ataques implacables de los aviones argentinos, los invasores británicos también tenían problemas de abastecimiento. Al mando de la flota naval, el almirante John "Sandy" Woodward empezaba a notar la escasez de barcos y de municiones: le quedaban solamente dos mil quinientas ráfagas de proyectiles Mk8 y solo tres buques de guerra estaban en condiciones operativas óptimas.
La imagen muestra tres paracaidistas británicos muertos en Monte Longdon. |
Soldado del BIM 5 en Monte Tumbledown. |
En Monte Longdon, en la noche del 13 al 14 de junio, las tropas del Regimiento 7 de Infantería de La Plata también se trenzaron en una batalla feroz con las tropas invasoras, que en muchos casos, como en Tumbledown, llegó a la lucha cuerpo a cuerpo. Las fuerzas británicas usaron "un intenso bombardeo con todas las armas disponibles", sabían que allí se decidía la batalla, tenían que ganar a los argentinos antes de agotar las pocas municiones que les quedaban.
Soldados argentinos en Puerto Argentino junto a un cañón Citer de 155 mm. |
Lo que no sabían los argentinos es que los ingleses en tierra solo tenían comida para 24 horas, balas para cinco días más, escaseaba el agua potable y ya no tenían medicinas para los heridos.
En una entrevista al diario Clarín, el ex sargento inglés Tony Davies dijo lo siguiente: “Viví un infierno allí. Mount Harriet, Tumbledown, Kent, Longdon, Two Sisters. Jamás lo olvidaré. Espero que se den cuenta de que los británicos estuvimos tan cerca de no conseguirlo, de no llegar a Stanley."
Cañón antiaéreo Rheinmetall de 20 mm de la Fuerza Aérea Argentina defendiendo los alrededores de Puerto Argentino. |
Infantes de Marina argentinos, pertenecientes al batallón antiaéreo esperando a los invasores en la capital de las islas. |
La artillería argentina tiró diecisiete mil proyectiles en dos días (13 y 14 de junio), los soldados ingleses estaban al borde del colapso. Terminada la Guerra de Malvinas, los ingleses declararon oficialmente que las bajas en combate terrestre eran solamente 255 muertos, se presume que contabilizarían alrededor de 3000, dada la naturaleza encarnizada y la duración de los enfrentamientos con los defensores argentinos.
Transcurrió todo el día 14 y el documento de la rendición no se firmó hasta muchas horas después. A las 16 horas, ambos bandos ordenaron detener los disparos. Había algo que los ingleses temían y Menéndez no podía garantizar: los ataques de la Fuerza Aérea que durante toda la guerra les había ocasionado daños terribles a los invasores británicos.
Se pidió al vicecomodoro Eugenio Miari, uno de los testigos firmantes de la rendición, que hablara al continente con el jefe de la Fuerza Aérea Sur, brigadier Ernesto Crespo para que se rindiera. Miari anticipó: "No lo va a hacer".
Esa fue la respuesta de Crespo. Hubo horas de cabildeos hasta que los británicos hallaron una fórmula: "Que nos de su palabra de honor de que la Fuerza Aérea no nos va a atacar". Esta vez fue el brigadier Luis Castellanosquien habló con Crespo, que ya tenía su decisión pero igual la respuesta: "Dejámelo pensar". Horas después dio su palabra de honor.
La rendición se firmó casi en el primer minuto del 15 de junio. Se hizo una traducción al castellano en la que, como en el original, Menéndez tachó la palabra "incondicional", mientras que Moore suspiró aliviado, porque sabía muy bien que si no se rendía, ellos, los británicos serían los que deberían hacerlo, pues sólo tenían pertrechos para menos de una semana de combate.
Es interesante el testimonio del entonces sargento Tony Davies sobre el día de la rendición y en qué estado se encontraban los invasores:“Llegamos a Sapper Hill y ahí paró la guerra, a quinientos metros de Stanley. Fuimos a los búnkeres argentinos, tomamos los comidas, la ropa seca y las raciones”.
La “Operación Buitre”
Al momento de la rendición se estaba planeando un contraataque argentino detrás de las líneas enemigas que tenía el nombre tentativo de “Operación Buitre” y que se iba a lanzar a más tardar, el 17 de junio. En la misma, en una cooperación sin precedentes entre las tres fuerzas, los buques de la Armada iban a moverse haciendo maniobras de distracción para atraer a los buques ingleses cerca del continente y así dejar menos apoyo británico en las islas. Los submarinos San Luis y Salta iban a participar también. La aviación naval iba a atacar con aviones A4Q antibuque e incluso utilizaría a sus aviones Super Etendard.
La Fuerza Aérea sería el elemento principal que atacaría en gran escala con todas sus naves y operaría también el Escuadrón Fénix de aviones civiles para distraer al enemigo. Dos helicópteros Chinook de la Fuerza Aérea junto a dos Sea King de la Armada transportarían a las islas comandos del ejército (90 hombres todos voluntarios que ya habían entregado una carta de despedida a sus familiares que se entregaría en caso de que no regresaran) al mando del Capitán de Corbeta buzo táctico Alfredo Cufré que atacarían por sorpresa a la retaguardia enemiga, unos 1500 invasores en el área de Fitz Roy. También los Hércules C-130 iban a lanzar a todos los paracaidistas que se ofrecieran de voluntarios.
Los comandos anfibios y buzos tácticos que se encontraban en Puerto Argentino incluidas las Compañías de Comandos 601 y 602 del Ejército argentino y el Grupo Alacrán de Gendarmeríaatacarían a los invasores por el flanco.
Indudablemente, todos los participantes en la Operación Buitre hubieran causado daños terribles tras las líneas piratas. Las probabilidades de éxito eran de un 70 por ciento calculando que Puerto Argentino resistiera hasta después del 17 de junio. De hecho, al momento de la rendición, el BIM 5 estabacombatiendo el 14 de junio contra 5 batallones del Ejército británico, la Guardia Galesa (fuerza de elite), la escocesa y la nepalesa o Fusileros gurkas; y detrás, de reserva, 2 comandos de Infantería de Marina. 4.000 hombres contra 1.500.Y no pudieron tomar la posición del BIM5 hasta que recibieron la orden de replegarse ypocos momentos después de haber recibido la orden, fueron atacados desde helicópteros, dos de los cuales fueron derribados por hombres del BIM 5.
Entraron en Puerto Argentino marchando a paso firme a las 14.30 horas, portando todas sus armas ante el asombro de los ingleses que ya estaban en el pueblo. Los ingleses creyeron que se habían topado con un batallón entero. Y habían estado luchando contra apenas una compañía. Carlos Hugo Robacio, su comandante, alcanzó la jerarquía de contralmirante y tuvo cuatro condecoraciones. Murió, a los 76 años, el 29 de mayo de 2011.
¿Qué hubiera pasado si los argentinos resistían y se hubiera producido la Operación Buitre creándole dos frentes de batalla a las ya cansadas tropas invasoras británicas?
Toda la operación se canceló con la rendición de Menéndez del 14 de junio. No cabe ninguna duda que hay algo que se le oculta a todo el mundo, donde no está exceptuada la masonería argentina que recibió desde la Gran Logia de Londres, en pleno conflicto de Malvinas de espiar para Gran Bretaña según reveló el Gran Maestre grado 33 de la Gran Logia Argentina, el griego Alcibíades Lappas. Y seguramente también influyó en la rendición la presencia del papa polaco Juan Pablo II que vino a la Argentina en esos días.
Foto del 14 de junio de 1982 en Puerto Argentino: A la izquierda el general Mario Benjamín Menéndez y a la derecha Jeremy Moore. |
El mando argentino no tenía ni idea de la situación crítica en la que se encontraban los ingleses. La conclusión es que a la Argentina le quedaba "resto" para seguir peleando, e iniciar un duro contraataque, sin embargo ocurrió lo que todos ya sabemos. Argentina pudo haber ganado la guerra pero las fuerzas oscuras que mueven los hilos de la humanidad lo impidieron.
Aquí un video de los propios ingleses sorprendidos del ataque al cuartel general:
Ataque Suicida Argentino al monte Kent-que casi cambia el curso de la guerra
Video animado del ataque al cuartel general de los piratas:
El ataque a la comandancia Inglesa