El agricultor deberá pagar una multa de hasta 30 mil euros y retirar las plantas, e incluso puede ser condenado hasta tres años en prisión por el riesgo de contaminación de productos Made in Italy de la región Friuli-Venezia-Giulia.
En la región del Fruili-Venezia-Giulia, al noreste de Italia, fue destruido en el mes de julio el primer campo de maíz transgénico de Monsanto con el objeto de evitar el riesgo de contaminación a productos italianos, una acción destacada en materia legal, al entrar en vigor la ley del 24 de junio de 2014 n. 91 que sanciona por primera vez a las personas que plantan transgénicos, con cárcel de seis a tres años.
Maíz transgénico de Monsanto Mon810. |
La multa para el trasgresor y promotor de Monsanto, Giorgio Fidenato, por sus 6.500 hectáreas de maíz transgénico MON810, puede llegar a unos 30 mil euros, y las autoridades de Friuli deberán definir cómo y en cuanto tiempo estará obligado a sacar el cultivo vetado (ya destruido), agregó.
Coldiretti destacó además la situación “alarmante y que significó tanta preocupación en los últimos tiempos en los agricultores contrarios a los productos genéricamente modificados".
Después de cuatro años de debatir entre los estados europeos sobre el tema, y la fuerte presión del 'lobby' de las transnacionales como Monsanto, a nivel de la propia Comisión Europea, la Unión Europea decidió que cada país adopte las medidas que estime conveniente.
Moncalvo destacó que “para Italia los organismos genéticamente modificados (OGM) en la agricultura, no solo significan serios problemas de seguridad alimentaria, sino que persiguen un modelo de desarrollo que es el grande aliado de la homogenización (monocultivo) y el gran enemigo del 'Made in Italy'”.
En relación a la normativa existente, explicó que “podrá ser perfeccionada en el semestre en que Italia ocupará la presidencia en la UE, gracias a un esfuerzo del Ministro del Ambiente Luca Galletti - a quien va nuestro agradecimiento- ya que lo está tramitando de inmediato, y que daría una vuelta profunda al cuadro regulativo europeo”.
“La prohibición del cultivo como medida provisoria está ligada a un principio de precaución por motivos ambientales y sanitarios, y llega a ser justamente una decisión permanente asumida en base al modelo de desarrollo que cada país pretende sostener”, analizó Moncalvo.
Solo 5 de 28 países en Europa están cultivando OGM, según un análisis de la Coldiretti del 17 de julio, a lo cual Moncalvo agregó, que esto es “pese a la presión de los lobbies de quienes producen los OGM”.
Si bien estos cinco incluyen Portugal, República Checa, Eslovaquia y Rumania, de las 148 mil hectáreas de maíz Monsanto MON810, plantados en 2013, la mayor parte se encuentra en un sexto país, España, con 136.962 hectáreas, lo que hace ver que es prácticamente es el único país que produce maíz de Monsanto en Europa.
La batalla de Friuli
El agricultor Giorgio Fidenato, portavoz del grupo Futuragra, entidad nacida en los últimos años para promover el cultivo OGM y biotecnológico, había anunciado meses atrás la plantación ilegal de maíz MON810 en algunos de sus campos en Vivaro, Mereto di Tomba y en Colloredo di Monte Albano, pese a que estaba prohibido en el país por el decreto ministerial de julio de 2013 y en Friuli Venezia Giulia por una moratoria del marzo pasado, informó Green News el 17 de julio.
El equipo Foresta Regional procedió a destruir los cultivos el 9 de julio pasado en Mereto, pero en Colloredo, la forestal fue bloqueada por un grupo de amigos del agricultor. El tema pasó a un recurso legal, y finalmente la Justicia decidió hacer cumplir la ley, agregó el medio italiano.
La presión de las compañías internacionales de transgénicos impulsaron la “Línea de coexistencia de cultivos”, sin embargo un documento técnico elaborado por la Agencia Regional de Desarrollo Rural, “demostró con simulaciones numéricas en mano, las consecuencias negativas de la coexistencia”.
“Es contraproducente”, remarcó Carl Frausin, director de ERSA, según Green News. La zona cuenta con 22 mil empresas, con un promedio de cinco hectáreas cada una.
ERSA anunció que está empeñada en controlar los cultivos de maíz y soya en la región. La Administración regional de Friuli Venezia Giulia con estas medidas espera poder poner finalmente la marca “Libre de OGM” y proceder a un programa de productos especialmente certificados locales.
Giorgio Fidenato es reincidente
En 2012 el grupo Greenpeace eliminó cultivos transgénicos de Giorgio Fidenato plantados ilegalmente. Ahora la norma busca evitar cualquier tipo de contaminación.
Por el cultivo ilegal Giorgio Fidenato fue multado con € 25.000 (US$ 32.500 dólares). Los activistas de Greenpeace fueron a su vez multados € 86.250 (US$ 112.350 dólares) por invadir tierras agrícolas.
En junio de 2013 el agricultor sembró su campo en la región de Friuli Venecia Giulia con más entusiasmo, sobre todo por el apoyo de la decisión de la Unión Europea. Sin embargo el 12 de julio, Italia adoptó una postura dura contra el MON810.
El gobierno italiano firmó un decreto que prohíbe el cultivo de MON810 en Italia durante 18 meses, tiempo durante el cual cualquier medida fuera de este contexto se declara inválida. Italia tendrá que obtener la aprobación de la UE para una prohibición permanente, ya que el maíz MON810 es regulado por la legislación comunitaria.
El decreto hace especial referencia al sembradío de MON810 en la región de Friuli Venecia Giulia, afirmando que pondrán especial atención en esta zona para evitar la contaminación hacia los cultivos no transgénicos.
La Ministra de Agricultura italiana Nunzia de Girolamo, dijo en un comunicado: “Nuestra agricultura está basada en la biodiversidad, en la calidad y hay que seguir así, sin empresas, que incluso desde el punto de vista económico, creen que nos harían más competitivos”.
“El decreto de hoy es solo el primer elemento, el más urgente de una serie de iniciativas adicionales con las que vamos a definir un nuevo marco en el campo de cultivo de ONG en nuestro país”, señaló la ministra.
Un estudio de MON810, que se dio a conocer el 12 de julio de 2013, sugiere impactos negativos sobre la biodiversidad.El estudio aún no ha sido revisado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El 21 de mayo de 2013, el senado italiano voto unánimemente en contra de permitir los cultivos transgénicos, y el 31 de mayo, los cultivos GM del productor Monsanto se retiraron de la producción en Europa, debido a la falta de demanda.
Fabio Veronesi, presidente de la Sociedad Italiana de Genética Agrícola (SIGA) escribió en un correo electrónico: “Pensar en Italia como un país libre de transgénicos es engañoso. No cultivamos GM, pero usamos los productos derivados de plantas modificadas genéticamente”.
En 2012, Italia importó cerca de tres millones de toneladas de soja, el 85% de los cuales era GM. Según Veronesi, si Italia fuera a dejar de importar soja transgénica (para la alimentación animal), ya no sería posible producir, por ejemplo, el Parmegiano (queso parmesano).
Greenpeace tiene por su parte una opinión diferente. En Italia la ONG tiene una campaña para liberar el parmesano de la modificación genética. Su página web de la campaña señala que la producción “no OGM” es “lo suficiente, no solo para la producción de Parmigiano-Reggiano, sino para todas las necesidades de Italia".
Los huevos, la leche, el queso y la carne son preciosos ingredientes de la cocina italiana. La Unión Europea (UE) concede diversas certificaciones a los alimentos regionales de alta calidad que son exclusivos de ciertas regiones y no pueden ser reproducidas fuera de estas regiones. Italia tiene más de estos productos certificados que cualquier otro país de la UE.
Italia cuenta con 254 de estos productos, le sigue Francia rezagada muy por detrás con 197 y luego España con 162. El país gana 12 mil millones de euros (US$ 15,7 mil millones) cada año por la venta de estos productos exclusivos de ciertas regiones, el 35% de lo que se gana es a través de la exportación.
Varios tipos de queso, jamón Prosciutto y otros productos derivados de animales, representan una gran porción de estos certificados de alimentos. Giuseppe Politi, presidente del Consorcio Italiano de Agricultores (CIA), dijo que el bloqueo a los productos OGM se ha convertido en “una cuestión de una ventaja competitiva que queremos mantener”.
“Queremos defender el Made in Italy”, señaló. Politi también dijo que los consumidores no tienen una percepción positiva de los OGM, y piensan que el sabor y la calidad se pueden dañar con GM en el proceso. Politi quiere ver el resurgimiento de los esfuerzos para promover la producción interna.
Una industria libre de OGM en Italia requeriría a los agricultores a depender menos de la soja, y más de las alternativas producidas, como el lupino, alfalfa, habas, guisantes y otras legumbres mediterráneas.
El Consorcio Italiano de Agricultura anunció que está a punto de lanzar un Plan Nacional de producción de proteínas para incrementar el cultivo de estos productos, sin recurrir a la Biotecnología.
Los estudios sobre los efectos de los OGM en Italia
Un estudio de 2010 de la Universidad de Nápoles mostró fragmentos de ADN modificado de los restos de soja ingerida por cabras, y estos fueron transmitidos a sus hijos a través de la leche y estuvieron luego presentes en los órganos de los niños.
Niveles elevados de deshidrogenasa láctica (LDH) se encontraron en las cabras alimentadas con productos genéticamente modificados. Un estudio señala que el LDH aumenta el metabolismo celular. El estudio no pudo concluir definitivamente si fue debido a la dieta de GM que se representó el aumento de LDH. No se observaron efectos adversos en la salud, pero la conclusión afirma “las consecuencias a largo plazo para la salud después de la ingesta de alimentos GM merecen mayor consideración”.
Raffaella Tudisco del Departamento de Ciencia Animal y de Inspección de Alimentos de la Universidad de Nápoles y sus colegas, también mantienen la hipótesis desde 2006 que al alimentarse con soja GM se afecta al metabolismo celular de las enzimas en conejos. Tudisco también trabajó en el estudio de 2010 de la Universidad de Nápoles.
Stefano Masini, director del departamento de medio ambiente de Coldiretti, dijo que los OGM son “absolutamente no” necesarios en Italia. “Las condiciones económicas no están allí”, señaló Masini. La comida italiana de exportación está basada en la calidad, así que Italia se puede beneficiar de estar libre de transgénicos, aseguró.
Gianni Tamino, profesor de biología de la Universidad de Padua y autor de muchos libros sobre OGM, dijo que es difícil estudiar los OGM en Italia. Aseguró que los fondos son escasos y la investigación es llevada a cabo por compañías privadas que están a favor de los OGM.
“Cuando insertas genes foráneos [en un organismo], muchos otros genes van a ser alterados”, explicó Tamino. Es difícil predecir cuándo se modificarán otros genes o qué genes van a ser alterados porque es muy complejo, explicó.
Según un documento del sitio web WikiLeaks, que fue clasificado por el ex Embajador de EE.UU. en Italia Melvin Sember en 2003, Estados Unidos presionó a Italia para que sea más abierta a los OGM.
Para muchos italianos, la verdad de los efectos perjudiciales de los OGM sobre la salud humana ha sido ocultada. A este presunto encubrimiento lo llaman “terrorismo”.