Tiene unos 4.000 años en un monte casi inaccesible de Laza, cerca de Verín, provincia de Ourense.
Menhir de dos metros de alto por 70 centímetros de ancho y un diámetro de más de un metro. |
Otra foto del menhir hallado hace unos días en Rebordiño, Laza, Ourense, Galicia. |
El nombre menhir, es una palabra adoptada por los arqueólogos en el siglo XIX y proviene del idioma bretón men "piedra" e hir"larga".
La pieza mide más de dos metros de alto por setenta centímetros de ancho y tiene un perímetro de más de un metro. La roca está esculpida y presenta la llamada «forma cabeza» un intento de reproducir la figura humana con los brazos pegados al cuerpo. La cercanía del menhir al castro celta podría sugerir la posible existencia de un asentamiento poblacional muy antiguo en ese punto, algo que debería ser investigado adecuadamente a partir de este descubrimiento, según este investigador.
Rúa indica que, a diferencia de otros casos, este menhir estaba erguido, no enterrado o caído como otros hallados en la provincia. El experto defiende que «hay que ser prudentes hasta que se realice el adecuado análisis arqueológico, pero varios especialistas ya han verificado que se trata de un elemento de gran valor, desde luego de la Edad de Bronce. Es un hallazgo muy singular que se une al enorme patrimonio histórico y arqueológico, aún por descubrir y promocionar, de la zona del Alto Támega».
La pieza mide más de dos metros de alto por setenta centímetros de ancho y tiene un perímetro de más de un metro. La roca está esculpida y presenta la llamada «forma cabeza» un intento de reproducir la figura humana con los brazos pegados al cuerpo. La cercanía del menhir al castro celta podría sugerir la posible existencia de un asentamiento poblacional muy antiguo en ese punto, algo que debería ser investigado adecuadamente a partir de este descubrimiento, según este investigador.
El etnógrafo y arqueólogo Bruno Rúa, descubridor del menhir de la parroquia de Soutelo Verde, Ourense. |
Estatua menhir hallada en Vilar de Santos en 1982, de 56 cm de altura, 52 cm de ancho y que se encuentra en el Museo Arqueológico de Ourense. |
El responsable provincial de Patrimonio Histórico, Alfredo Seara, confirma que la Consellería de Educación y Cultura tiene constancia oficial de este hallazgo, pero matiza que «debemos ser cautos. Podría ser una pieza de importancia, pero aún no hemos podido realizar el preceptivo estudio sobre el terreno y es muy aventurado en este momento hacer cualquier valoración en profundidad sobre su trascendencia». Tampoco quiere conjeturar sobre un hipotético traslado de esa pieza al Museo Arqueológico de Ourense en el futuro. «Eso sería hablar por hablar. Lo prioritario es analizar esa piedra y lo haremos en cuanto sea posible, ya que tenemos una carga de trabajo importante y muchos vestigios que valorar en esta provincia», señala.
Un centenar de petroglifos
El hallazgo se produce en una zona en la que Rúa ha descubierto más de un centenar de petroglifos en los últimos años. De hecho, en un lugar concreto se han llegado a contabilizar hasta 78 de estas inscripciones en piedra en un terreno de poco más de dos hectáreas, algo que por sí solo ya convierte a al valle de Monterrei en un lugar de gran relevancia arqueológica. También ha contabilizado 45 castros (ruinas celtas) en toda la comarca.