Dos diseñadores industriales de Argentina crearon lámparas en forma de ovnis, donde lo que ilumina es el halo que se proyecta sobre el suelo. Ahora, están pensando en utilizar tecnología LED, que es mucho más barata.
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| La lámpara "Ovniluz" consiste en conos de luz de polipropileno. |
Los creadores son Federico Meyer Arana y Alejandro Sarmiento que querían hacer un ovni. Tenían en común que querían que el ovni, además, tuviera una función práctica: la de iluminar.“Pero la idea de él era mejor que la mía”, admite Meyer Arana. “Yo pensaba hacerlo para que quedara apoyado en el piso; él quería que se lo viera flotando o levitando, como la gente suele verlo”, dice al diario Clarín.
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| El disco volador viene en dos colores, plateado y grafito. |
Y finalmente han creado los veladores y lámparas FZ I y FZ II del modelo denominado “Ovniluz”. Se trata de conos de luz de polipropileno (el “halo” que proyecta sobre la Tierra el disco volador no identificado y con el que eventualmente puede llegar a abducir personas) con un plato de poliestireno metalizado (la nave espacial propiamente dicha).
“La fabricación es bastante simple”, cuenta Meyer Arana. “Yo moldeo por calor el plástico termoformado de que está hecho el ovni, con una técnica llamada ‘moldeo por vacío’. Lo hago con una máquina que me fabriqué yo mismo hace muchos años, que tiene varias aplicaciones posibles”. Luego, añade, se le aplica presión inversa (“vacío al revés”) para copiar con plástico el modelo de aluminio. Finalmente, se hace el cortado con una mecha radial. “Quedan dos mitades que se pueden encastrar por presión”.
Todo esto, para la nave espacial. En cuanto al cono de luz, es una lámina de plástico troquelada.“Al principio también quisimos hacerla termoformada”, explica Meyer Arana, “pero desistimos porque sería complicada para embalar, y queríamos que la gente pudiera armarla en su casa”.
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| Los creadores, Federico Meyer Arana y Alejandro Sarmiento. |
En efecto, desde el principio la idea fue vender las lámparas por Internet, “a un precio accesible”, y llegar a toda clase de público. Los ovnis de Meyer Arana y Sarmiento pueden avistarse en Tucumán, Corrientes, Santa Fe, Chaco, Bariloche y Mendoza. Además, pueden conseguirse en el MALBA y en L’Ago San Telmo, en Buenos Aires; pero los emprendedores consideran a esto una “prueba piloto”. “Las vendemos a $200 y $300, respectivamente”, dicen sus creadores.
La idea de vender por Internet no tenía que ver sólo con una “democratización” de la accesibilidad, sino también con la ecuación económica de los emprendedores. “Un local te paga a 30 o 60 días y no podés proyectar nada. Por Internet es mucho más fluido y real. Te depositan el pago y cobrás en el momento”, sostiene Meyer Arana.
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| El costo de las lámparas es de 200 y 300 pesos según el modelo. |
De hecho, los socios comenzaron a bosquejar la idea en agosto del año pasado; los prototipos estuvieron listos un mes más tarde y en diciembre ya tenían las matrices reales. Ya estaban listos para empezar a vender. “Empezamos con algunas ventas a locales y en marzo arrancamos con Internet. El verano pasado lo usamos para hacernos de un buen stock”, repasa Meyer Arana. En marzo ya tenían 1.200 lámparas chiquitas y 800 de las grandes.“Yo nunca había usado Twitter, pero a los diez minutos de estar ya tenía 15 preguntas, y a la semana ya estaba vendiendo”, recuerda. En marzo, los Ovnis ya se comercializaban a través de algunos portales de venta online. Hoy, los socios ya tienen casi recuperada la inversión inicial.
A futuro, tienen otras ideas para desarrollar más ovnis, probablemente basados en la tecnología LED, “que es la iluminación del futuro porque es mucho más económica”, asegura Meyer Arana.