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LOS ROSARINOS SALIERON A LA CALLE A RECLAMAR SEGURIDAD AL GOBIERNO SOCIALISTA

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Decenas de miles de rosarinos protagonizaron una masiva manifestación popular sin precedentes, se congregaron ayer por la noche en la esquina de los Tribunales Provinciales y marcharon luego hacia Gobernación exigiendo justicia y el cese de la ola de violencia en la ciudad que ha repuntado en las últimas semanas. Se calcula que se movilizaron alrededor de 50.000 personas.

Los familiares de víctimas de la violencia
fueron con pancartas a la marcha.
Ante la creciente seguidilla de violencia, robos y asesinatos, desde las redes sociales se dio forma a una convocatoria para manifestarse frente a los Tribunales provinciales y luego marchar hasta la sede local de la Gobernación de Santa Fe, frente a plaza San Martín. Finalmente, la convocatoria fue multitudinaria.

Familiares de Mauricio Brandan llegan
a la intersección de Pellegrini y Balcarce.
La concentración estaba prevista para las 19:30 frente a los Tribunales de Balcarce y Pellegrini. A pocos metros, en Oroño y Pellegrini, se dieron cita un rato antes los familiares, amigos y allegados de Nahuel Ciarroca, el joven al que mataron por un celular el Dorrego y Amenábar el pasado 15 de agosto. La idea era unirse al resto de la marcha en una procesión hacia la sede local de Gobernación (Santa Fe y Dorrego). En simultáneo, se realizó otra concentración en Bv. Rondeau y Martín Fierro (zona norte) a las 20:00 que reunió también a miles de vecinos protestando contra la inseguridad.

La consigna general fue llevar velas encendidas, permanecer en silencio y de forma pacífica pedir a las autoridades que garanticen seguridad en el marco de un recrudecimiento de los homicidios en la ciudad. La convocatoria fue hecha desde las redes sociales por una organización de vecinos autoconvocados denominada “Rosario Sangra”.

La concentración frente a los Tribunales
En pocos minutos, una marea de gente con pancartas y carteles, llegó al lugar de reunión. Las escalinatas de Tribunales se vieron desbordadas de gente y aún más los que se agolpaban en la Plazadel Foro que desdelas 19 horas ya estaba repleta. Mientras seguían llegando más vecinos, los familiares citaban por un megáfono a todos los asesinados en diversos robos en los últimos meses.

"Todos decimos BASTA. Exigimos seguridad,
justicia, cambio de leyes", reza el cartel.
Los manifestantes luego comenzaron a marchar poco antes de las 20:00 rumbo a la sede de la Gobernación en Rosario. Había centenares de carteles con fotos de las víctimas de la violencia que repuntó notoriamente en las últimas semanas, con episodios que se cobraron varias vidas no sólo en casos de violencia por conflictos interpersonales, sino algunos en ocasión de robo.

Familiares lloraban por sus seres queridos asesinados y pedían justicia. “Rosario se despertó, se cansó de tantas muertes. Hagan algo", fue el concepto repetido una y mil veces. A cada momento alguien gritaba “¡Justicia, justicia!” y todos repetían a coro.O bien aplausos durante varios minutos.

A las 19.30 horas, calle Balcarce frente
a los Tribunales provinciales.
"Rosario está de pie pidiendo justicia y seguridad", remarcó uno de los primeros oradores. "Pedimos respuestas a los fiscales, a los jueces, a la intendenta, al gobernador", agregó.

“Estamos cansados de que este Palacio de Tribunales no nos dé respuestas en materia de justicia”, se escuchó decir a los familiares antes de encabezar la marcha que partió a la sede local de Gobernación.

Se calcula que se reunieron 50 mil personas.
La respuesta de la multitud fue ensordecedora. "Que se vayan, que se vayan", gritaron.

La jornada arrancó frente a Tribunales en Balcarce y Pellegrini y ya desbordaba de gente que llegaba por Pellegrini pasando Oroño, y por Balcarce hasta Montevideo, se resolvió marchar por la avenida Pellegrini y doblar por calle Moreno hasta la delegación local de la Gobernación en la Plaza San Martín, en Moreno y Santa Fe.

La escalinata de los Tribunales
provinciales vista desde la Plaza del Foro.
En primera fila iban varios taxis tocando bocina, otro sector golpeado por la inseguridad. Era unamarea humana que recorrió las 9 cuadras pidiendo al gobierno de Mónica Fein que haga algo y también al gobernador Miguel Lifschitz, ambos obtuvieron en las últimas elecciones solamente el 30 por ciento de los votos.En realidad son autoridades electas que tienen un 30 % de votos positivos contra 70 % en contra, porque la carta magna provincial le da la mayoría automática a la fuerza que saca más votos.

En el camino, automovilistas que se encontraban con la movilización sumaron sus bocinazos y también transeúntes o vecinos que se asomaban de sus balcones apoyando la movilización con aplausos y gritos de aliento.La multitud se extendía por más de 9 cuadras, cuando los primeros llegaban a la plaza San Martín, por calle Moreno, el final de la marcha estaba en Pellegrini y Moreno.

Frente a la sede local de la Gobernación
Al llegar a la plaza San Martín, en las escalinatas de la ex jefatura de Policía se apostaron los familiares de las víctimas. No entraban de la cantidad de damnificados que eran. Sobre la calle y gran parte de la plaza, la multitud que aplaudía con respeto cada intervención. Uno a uno se fueron sucediendo los testimonios. Desgarradores, llenos de dolor e impotencia.

Esquina de avenida Pellegrini y
Balcarce a las 20 horas.
Frente a la sede de la Gobernación, decenas de familiares de víctimas de la inseguridad contaron sus historias. Todas con un denominador común: muertes, familias destrozadas, investigaciones judiciales que avanzaron poco y la impunidad que se consolida ante la inoperancia de las autoridades y de la policía.

Cada relato comenzaba con el nombre de quien hablaba, el del familiar que había perdido, las circunstancias del crimen y la falta de esclarecimiento de la muerte. Muchos familiares de víctimas se emocionaban al dar la versión de los hechos y entre llantos pedían fin a la impunidad.

La multitud emprende la marcha
por Pellegrini hacia calle Moreno.
En medio de la angustia colectiva hubo tiempo para la esperanza."Esto marca un antes y un después, ya nada será igual. Demostramos que estamos hartos de tanta inseguridad. Autoridades hagan algo", dijo a modo de resumen una de las oradoras.

"Gobierno, dormido, tu pueblo está herido", se escuchó cantar en un tramo de la protesta entre la multitud que desbordaba la plaza San Martín.

La Plaza del Foro, frente a los tribunales
provinciales, en el momento en que la gente
se movilizaba hacia Pellegrini.
“Gracias por haberse despertado a tiempo, nosotros no tuvimos la oportunidad y por eso lo estamos pagando”, comenzó Marcela Nissoria, la primera oradora en la plaza, que fue escuchada con gran expectativa y en silencio.

El empresario Enrique Bertini, cuyo hijo Mariano de 23 años fue asesinado hace dos años en una entradera y los culpables nunca fueron atrapados, reflexionó: “Es muy importante que la gente venga e invierta su tiempo para la seguridad de su familia. Es lo más barato en lo que puede invertir y lo que más rédito le va a dejar. Se puede enrejar la casa y poner alarmas, pero los casos de inseguridad suceden igual”.

Y agregó respecto a los funcionarios: “Tienen que dar seguridad al pueblo, a las personas y la propiedad privada”, agregó y consideró que la problemática tiene de base a “la corrupción y a la mafia, dos caras de la misma moneda”, planteó.

La gente avanza lentamente por Pellegrini
hacia la esquina de Moreno.
También el periodista Pablo Procopio, a cuyo hermano Sandro lo mataron hace exactamente un año cuando salía de inspeccionar una obra en construcción que tenía a su cargo, formó parte de la protesta junto con sus familiares. “Hay esta noche muchos vecinos que conocen de situaciones de otros vecinos, de familiares, de comerciantes. Por eso se sumaron a esta manifestación. Rescato la tranquilidad y el respeto que hay. Así hay que pedir, porque lo peor que podríamos hacer es contestar con más violencia”.

Durante la movilización se repetía la
consigna: "Justicia, justicia".
Y destacó: “Quiero que los reclamos de cada uno de ustedes se haga uno solo. Se tiene que saber en el país entero lo que pasa en Rosario. Basta de esconder la inseguridad. Queremos reacciones inmediatas y resultados. Sigamos en la calle ahora y hasta que este problema se acabe”, reclamó.

En la multitud sólo se destacaban carteles en recuerdo de las víctimas de la inseguridad y los reclamos puntuales: "Ni un muerto más", "Queremos vivir", "Mañana podés ser vos. Unidos podemos", “Fein ándate”, “Ni un ciudadano menos”, "Cada vida vale", "Estamos hartos de sobrevivir queremos vivir" y "Basta de violencia", "Basta de violencia", fueron algunas de las consignas.No hubo banderas políticas ni sindicales.

Entre la multitud se destacaban reclamos
puntuales: "Mañana podés ser vos. Unidos
podemos", "Cambien las leyes",
"Cada vida vale".
El recrudecimiento de los crímenes encendió preocupación entre los rosarinos debido a que este índice volvió a crecer después de dos años. En 2013 la violencia había alcanzado el récord de 264 muertos en Rosario, con la presencia de los gendarmes ese índice disminuyó pero la violencia volvió a recrudecer en este último tiempo, en 2016 se cometieron 132 asesinatos. Y al día de la protesta estaba siendo asesinado en agosto un vecino por día en la ciudad.

Una de las trágicas historias de esa estadística fue la de Nahuel Ciarroca, quien fue asesinado la semana pasada, cuando un joven lo mató para robarle el celular en Dorrego y Amenábar. Lucas, hermano de la víctima, que participó de la convocatoria, advirtió: "La sociedad está diciendo basta. Todos juntos estamos saliendo a pedir un cambio".

Un cartel con el logo de la Municipalidad de
Rosario, pero aclaraba que son las siglas
de "Mucho Robo".
A Raúl Ciarroca, su padre, le cambió la vida. El 15 de agosto pasado su hijo Nahuel fue asesinado en un robo,“estemos en paz pero unidos y comprometidos.Tenemos que lograr que las personas se concienticen, tenemos que hacer algo porque nos van a seguir matando”, destacó.

Sobre el acusado de matar a Nahuel, observó:“No quiero tomar venganza, no puedo hacer lo que otras personas tienen que hacer. Si tomo venganza actuaría en contra de mi pensamiento”, dijo y terminó con un pedido de Justicia: “Si es posible que le den 200 años de cárcel así no sale”.

Este cartel se vio en la marcha del jueves
25 de agosto. Es un ataque directo a la
jueza Prunotto liberadora de asesinos.
Y apeló a toda la sociedad:“Hoy fue mi hermano, mañana puede ser el hermano de otro. No puede ser que a las 20 una persona salga caminando de su casa y por un celular te metan un tiro”.

Una de las familias convocantes es la de Rubén Figueroa, un comerciante asesinado a balazos el 24/11/2015. Su familia creó una página de Facebook a la que llamó SOS Rosario Sangra, en la que explican que la protesta se organizó "porque todo quedó en la nada, porque siguen matándonos, porque todos los lugares son inseguros". Los familiares y amigos de la familia Figueroa se concentraron a las 19 en Montevideo y Castellanos y luego se movilizaron hasta Pellegrini y Balcarce.

La multitud comienza a llenar la plaza San
Martín frente a la sede local de la
Gobernación, el 25 de agosto 2016.
La indignación social en torno a la inseguridad se intensificó en las últimas semanas por varios crímenes violentos y de alto impacto, que se sumaron a entraderas y robos calificados en alza. En particular tuvieron mucha repercusión los asesinatos de Fabricio Zulatto, en Empalme Graneros, y Nahuel Ciarrocca, en Amenábar y Dorrego, a quien mataron tras robarle su celular.

No todos pudieron contener las lágrimas al hablar ante la multitud, algunos por tratarse de casos muy recientes. Los familiares de Fabricio Zulatto, por ejemplo, reclamaron celeridad a la justicia en medio del dolor y el llanto.

En la plaza San Martín se escucharon
consignas contra la intendente Mónica Fein,

contra el gobernador Miguel Lifschitz y 
otras autoridades de la provincia.
La hija de Héctor Villarroel, fue breve y contó acongojada: “Lo mataron el viernes y hoy comienza mi lucha con todos ustedes”.Villarruel fue asesinado a balazos el viernes pasado en su casa de Avellaneda 1988. “Hoy empieza mi lucha junto a ustedes”, dijo la mujer, sumida en un conmovedor llanto. De inmediato, se escucharon por primera vez en la noche consignas contra la intendente Mónica Fein y otras autoridades de la provincia.

“Somos una ciudad de pie. Necesitamos que nos cuiden. A partir de hoy va a ser un antes y un después”, aseguró entre aplausos Martín, el hermano de Mauricio Brandán, que lo mataron en septiembre del año pasado, cuando delincuentes ingresaron a robar en su negocio de Provincias Unidas al 1500, en barrio Belgrano.

Ante la inoperancia de las autoridades
municipales y provinciales, la ciudad de
Rosario está padeciendo un asesinato
diario y decenas de robos en los barrios.
Cristina Ojeda, otra de las oradoras, recordó que a su hija Laura y a su nieta Mía las mataron para robarles una PlayStation y un DVD. “Para mí es una emoción ver el compromiso ciudadano. Que esta no sea la última marcha. Los familiares de víctimas no queremos más sangre en las calles, queremos gente en las calles”, manifestó emocionada.

Adriana Abaca contó que en 2012 denunció a un narco de su barrio y luego de eso, sufrió varios ataques. También aprovechó para recordar a Norma Bustos, a quien “mataron luego de denunciar a los narcos de barrio La Tablada que habían asesinado a su hijo”.

Mucha gente llevó velas
recordando a las víctimas
de la inseguridad.
Luciana, la hermana de Gerardo Pichón Escobar, el joven que estuvo desaparecido al salir del boliche La Tienda y luego fue hallado sin vida en el río Paraná, también llevó su reclamo.“No nos confundamos cuando pedimos seguridad. Porque la misma policía que nos tiene que dar seguridad, es la que nos desaparece, nos tortura y nos arroja al río”, exclamó.

Leonardo Perrone tenía 38 años cuando en agosto de 2014 fue asesinado delante de su hija. Se estaba por ir a trabajar con su cuñado, que lo esperaba en la puerta de su casa de Riobamba al 4300 con el auto en marcha. Dos asaltantes en moto le dieron varios disparos. Anoche, frente a la puerta de Gobernación, se oyó la voz de su madre, Liliana Durán. “Tres chicos se metieron en casa y en dos segundos se me acabó la vida. No se llevaron nada, se llevaron la vida de mi hijo. Rosario sangra, sangra Rosario”, gritó antes de que la voz se perdiera entre aplausos.

Se escucharon críticas al Poder Judicial, a funcionarios políticos, a las fuerzas de seguridad e incluso un pedido para que toda la sociedad siga movilizada en demanda de soluciones. Los testimonios, atravesados por el dolor, incluyeron reclamos puntuales a jueces y fiscales, mencionados con nombre y apellido, según el caso. También hubo silbatinas e insultos cuando se mencionaban dirigentes políticos.

La multitud se encaminó lentamente por
calle Moreno pidiendo justicia.
“Justicia” y “seguridad”, fueron las exclamaciones más repetidas durante toda la noche, tanto en la concentración en Tribunales como durante el trayecto hasta la plaza San Martín. No hubo autoridades ni dirigentes políticos presentes.

“Se va a acabar, se va a acabar, esta costumbre de matar…”, se escuchó fuerte cuando el grueso de los vecinos se apostó en las puertas de Gobernación, donde había un sistema de audio instalado.

Eduardo Trasante, padre de dos hijos asesinados en episodios violentos, consideró que“cuando la gente sale a la calle es porque algo llegó al límite”. En ese sentido, señaló que “cuando caminaba recién entre la gente pude percibir miedo, ya no sólo dolor, sino miedo de que algo le pase”.

Los familiares de personas asesinadas
reclamaron justicia a las autoridades.
Fue una marcha absolutamente pacífica, sin un solo incidente. La presencia masiva de los vecinos superó los cálculos de la Municipalidad de Rosario que no puso un solo policía o inspector para detener el tránsito de vehículos, o al menos brillaron por su ausencia, y los propios manifestantes tenían que adelantarse para detener a los automovilistas en los cruces de calles.

Pasadas las 22 horas se dio por terminado el
acto frente a la sede local de la Gobernación.
Se podía observar que muchos de los vecinos recién salían de su trabajo, otros iban con sus familias enteras, con sus hijos pequeños y grupos de amigos que manifestaron preocupación por el crecimiento del delito en la ciudad. Hubo muchos jóvenes y adultos. Se notaba la presencia de más mujeres que hombres. Había vecinos de todos los sectores sociales, aunque en su mayoría de clase media.

Entrada la noche, pasadas las 22 horas, se dio por terminado el acto. Y se acordó una nueva movilización para el mes de setiembre.

Envío de fuerzas federales
Ante la inoperancia de las autoridades santafesinas, el gobierno nacional definió que las fuerzas federales volverán a patrullar las calles de Rosario y Santa Fe. El miércoles, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo en el Congreso que la Nación que enviará más de tres mil gendarmes a la provincia para combatir el problema de la inseguridad.

"Estamos hartos de sobrevivir. Queremos vivir",
se pudo leer el 25 de agosto en Rosario.
Los detalles de este nuevo esquema de seguridad urbana serán abordados en una reunión que mantendrán el martes próximo en Buenos Aires la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich; el gobernador Miguel Lifschitz, y los intendentes de Rosario, Mónica Fein, y de Santa Fe, José Corral.

No es la primera vez que efectivos de las fuerzas federales patrullarán las calles de Rosario y Santa Fe. El 4 de abril de 2014 desembarcaron unos 2200 gendarmes que tuvieron una fuerte presencia en la ciudad hasta enero de 2015, al desarticular más de 70 búnkeres en un solo día.

La multitudinaria marcha del 25 de agosto
mostró la indignación de los rosarinos
ante tanta injusticia.
Se logró romper la tendencia en alza de los homicidios, que en 2013 habían alcanzado el récord de 264 muertos, pero la violencia volvió a recrudecer en este último tiempo, en el que hubo tres cambios de la conducción de la policía de Santa Fe en apenas ocho meses.

En lo que va del año se denunciaron 701 robos en Rosario cuyos autores iban en moto. Se calcula que existen decenas de otros robos que no fueron denunciados.

Hay vecinos de Rosario que piden una Intervención Federal a los 3 Poderes: Ejecutivo, Judicial y Legislativo de la Provincia de Santa Fe. Otros ciudadanos aseveraron que si no se detiene la ola de inseguridad habrá que realizar las próximas movilizaciones yendo a la casa de Mónica Fein, de Miguel Lifschiftz, del ministro de Seguridad de la provincia Maximiliano Pullaro y del ministro de Justicia de la provincia Ricardo Silberstein. Y también a la casa de cada juez inoperante. Dijeron que incluso, si es necesario, acampar en las veredas de sus casas, encadenarse a tribunales, a la municipalidad, que sientan presión y sepan que si no dejan de hacer contubernios con los narcos y reírse de la gente, el pueblo mismo los va a condenar. Que no se juega con la vida de las personas ni se negocia, que la paz y la justicia tiene que ser para todos por igual, los ciudadanos somos muchos más que ellos y no van a parar las protestas hasta que se respeten nuestros derechos constitucionales.

Por Alberto Seoane

Un dron registró la multitudinaria marcha sin precedentes, donde los rosarinos pidieron “BASTA DE ASESINATOS”:



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