El cuerpo celeste se llama Cariclo y había sido descubierto en 1997, pero hoy el hallazgo de los dos anillos fue publicado en la revista Nature.
Representación artística de Cariclo y sus anillos. |
Una red de astrónomos decidió analizar una serie de anomalías que se observaban en el asteroide Cariclo y mediante una red de ocho telescopios situados en Chile, Brasil, Argentina y Uruguay pudieron resolver el misterio. Así fue comodescubrieron que el asteroide está rodeado por un par de anillos, setrata de un hallazgo nunca antes visto dentro de nuestro sistema solar, siendo el primer asteroide con anillos.
El cuerpo celeste fue avistado por primera vez en 1997 porJames V. Scotti, y le asignaron el nombre provisorio 1997 CU26. Bautizado luego con el nombre de Cariclo, ninfa hija de Apolo y esposa del centauro Quirón. Las observaciones infrarrojas han detectado la existencia de hielo en su superficie.
El asteroide Cariclo comparado con Plutón y la Luna. |
Cariclo es el mayor representante del grupo de asteroides de los centauros conocidos hasta el momento, con un diámetro estimado de 258 km, seguido de Quirón (230 km y descubierto en 1977) y Folo (200 km descubierto en 1992). Otros asteroides centauros menores son Neso (descubierto en 1993) y Asbolo (descubierto en 1995). En tanto, los dos anillos de Cariclo tienen gran densidad y están separados por una zona estrecha y oscura, miden entre cinco y siete kilómetros de ancho.
Cariclo está situado entre Saturno y Urano. |
Respecto al descubrimiento de los anillos, José Luis Ortiz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y coautor del estudio, en una nota de prensa facilitada por el IAA explicó que “tras dar muchas vueltas a los datos me di cuenta de que estábamos detectando material que se distribuía en una elipse alrededor de Cariclo, formando un anillo como el de Saturno”, añade el astrónomo.
Hasta ahora, los anillos se habían podido observar en grandes planetas como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, y no en cuerpos tan pequeños como este asteroide, por lo que se estima que abre un nuevo camino en la ciencia.