Un hombre identificado como Chris Thompson perdió ocho dientes y sufrió diversas heridas en la boca y la cara cuando le estalló un cigarrillo electrónico mientras fumaba en un auto, en la localidad de Englewood, costa suroeste de Florida, Estados Unidos, informó un medio local.
A Chris Thompson le explotó en la boca un cigarrillo electrónico y perdió 8 dientes. |
“Estaba a punto de dar una pitada al cigarrillo, y al apretar la parte de abajo explotó”, señaló, y contó que se vio envuelto en una llama, el domingo 17 de enero de 2016.
El padre de la víctima, que estaba con él, condujo rápidamente a la sala de urgencias de Englewood y desde allí fue trasladado al Blake Trauma Center de Bradenton, donde le curaron las quemaduras, dieron numerosos puntos de sutura y debieron inmovilizarle las mandíbulas, según informó el sitio Univisión.
“Jamás pensé que un cigarrillo electrónico pudiera ser como una minigranada en mi mano, justo frente a mi cara. No se produjo ninguna vibración previa ni señal”, precisó.
Evan Spahlinger, en la unidad especial para quemados del Hospital Regional Kendall de Miami. |
El joven desconoce el tiempo que necesitará para recuperarse completamente, pero espera que el hecho de compartir su historia sirva para detener el consumo de los llamados “e-cigarettes” hasta que esos sean seguros.
En 2014, la Agencia Federal para la Gestión de Desastres (FEMA) divulgó un estudio sobre los cigarrillos electrónicos que contabilizó 25 casos de explosiones de cigarrillos electrónicos entre el 2009 y ese año.
En octubre de 2015, un joven de 21 años, Evan Spahlinger, sufrió graves quemaduras en el rostro y cuello como consecuencia de la explosión de un cigarrillo electrónico al norte de Miami. Fue hospitalizado en estado inducido de coma en la unidad especial para quemados del Kendall Regional Hospital de Miami.
A mediados de octubre de 2015 le estalló un cigarrillo electrónico al joven Vicente Garza, de 23 años, perdiendo el dedo índice de la mano izquierda y sufriendo lesiones serias en la lengua.
Vicente Garza muestra los daños que sufrió en la mano por la explosión de un cigarrillo electrónico. |
“Era de noche, cuando me fui al baño a fumarme un cigarro electrónico, de repente estalló, hizo pedazos el vidrio del espejo y me llené de pánico al ver que la nariz no paraba de sangrar. Me tuvieron que llevar al hospital de inmediato. Fue muy dramático”, recuerda Garza, quien reside en Bakersfield y llevaba poco más de un año como fumador de cigarrillos electrónicos.
El 1° de febrero de 2016 el joven canadiense de 16 años, Ty Greer quiso fumar un cigarrillo electrónico y le estalló en la cara. Greer, residente en Edmonton (Canadá), mientras iba en el coche de su familia fumando un cigarrillo electrónico, el aparato explotó, causándole graves heridas en la cara y la rotura de varios dientes.
El canadiense Ty Greer muestra las heridas causadas por un cigarrillo electrónico. |
En Estados Unidos hay 2.5 millones de persona que usan cigarrillos electrónicos. Actualmente, no existe ninguna regulación sobre los cigarrillos electrónicos, dispositivos que simulan un cigarrillo convencional y no emiten humo sino que atomizan una sustancia que puede contener nicotina en formato de pequeños depósitos desechables.
A diferencia de los cigarros tradicionales, los electrónicos no contienen ninguna advertencia en su envoltura de que pueden explotar. El 90% de las corporaciones que los manufacturan están en China.