El niño de 13 años que mató a cuatro personas era fanático del videojuego Assassin's Creed.
Luis Marcelo Pesseghini, su esposa Andreia y Marcelo, el hijo de ambos. |
Los cuerpos fueron encontrados el lunes por la noche en las dos casas de la familia, que quedan en un mismo terreno,en la zona norte de la ciudad de San Pablo, según informó la Policía local.
Todo indica que el asesino fue el niño, llamado Marcelo Pesseghini, porque las cámaras de seguridad muestran que el coche de la madre fue estacionado a la 1.15 de la madrugada cerca de la escuela (situada a 5 kilómetros de su domicilio) y la única persona que descendió, a la mañana del lunes, era el adolescente, cargando su mochila, comienza a caminar hacia la escuela.
Marcelo posa con su padre mientras hace un símbolo satánico con su mano derecha. |
De acuerdo con el periódico Folha de Sao Paulo, fueron encontradas dos armas: un revólver calibre 40, propiedad del padre, que estaba debajo del cuerpo del chico, y otro calibre 32 dentro de la mochila que llevó a la escuela. Es posible que sus intenciones hayan sido matar a alguien más en la escuela pero no se atrevió.
Las pesquisas revelan que, con la pistola de calibre 40, el niño asesinó a su familia y también se quitó la vida.Marcelo era zurdo y murió de un disparo en la sien izquierda, lo que refuerza la hipótesis del suicidio.
En su perfil de Facebook, el niño usaba como imagen principal la del asesino del videojuego Assassin´s Creed. |
Las víctimas son el sargento Luis Marcelo Pesseghini, de 40 años; su mujer Andreia Regina Bovo Pesseghini, cabo de la Policía Militar, de 35 años, y el hijo Marcelo Eduardo, fueron encontrados muertos a tiros en la sala de estar, en una casa en la zona norte de Sao Paulo. Debajo del cuerpo del niño, fue hallada una pistola calibre 40. En otra casa adjunta, en el mismo terreno, fueron encontrados los cuerpos de Benedita Oliveira Bovo, de 65 años, madre de Andreia, y Bernadette Oliveira da Silva, de 55 años, hermana de Benedita. Las mujeres aparecieron muertas en distintas camas, pero en la misma habitación.
Familiares, amigos y colegas concurrieron al velatorio de la familia asesinada. |
Una vecina de la familia destacó no haber oído disparos. "No escuchamos nada, ningún disparo. Es una cosa inexplicable. Era una familia muy buena, es como si fueran nuestros parientes. El niño era muy tranquilo, nadie lo veía en la calle, pasaba en casa jugando con su abuela en el jardín", afirmó.