El pueblo estadounidense de Green Bank, en Virginia Occidental, se ha convertido en un refugio para la gente que padece de alergia a las ondas electromagnéticas ya que es el único lugar donde se pueden evitar las radiaciones causadas por los sistemas de comunicación.
El apacible y tranquilo pueblo de Green Bank, libre de ondas electromagnéticas. |
Diane Schou, detrás el gran radiotescopio de Green Bank. |
Deborah Cooney, una de los residentes más nuevas de Green Bank, se mudó de San Diego, donde ella dice que estaba siendo 'envenenada lentamente "por un contador inteligente de WiFi instalado al lado de su casa".
Los afectados tienen los siguientes síntomas: ardor en la piel, dolor en el pecho y jaquecas. En Green Bank aseguran que la enfermedad conocida como "hipersensibilidad electromagnética" ha desaparecido al llegar al municipio. En 2013, 36 personas se mudaron a Green Bank.
Cerca de un 4% de los habitantes de Estados Unidos y el Reino Unido padecen hipersensibilidad electromagnética. A pesar de que hay más de 30 estudios dedicados a esta afección, solo Suecia lo considera una patología, según el diario Daily Mail.
El derrumbe del radiotescopio de Green Bank
Green Bank, ubicada en una zona montañosa, está en el centro de un área de más de 33.000 kilómetros cuadrados catalogada Zona Nacional de Silencio de Radio. Teléfonos móviles, radio, televisores y wifi están prohibidos para evitar interferencias con un gran radiotelescopio instalado en la localidad.
El primer radiotescopio de Green Bank. |
El espectacular accidente, que afectó ligeramente al edificio adyacente, donde se encuentran los mandos del aparato, redujo la antena parabólica del radiotelescopio a un amasijo de hierros y cables. Hasta ahora no se ha hecho pública la causa creíble del accidente ni la cuantía de los daños. No se produjeron víctimas.
El 16 de noviembre de 1988, el radiotescopio de Green Bank se derrumbó misteriosamente mientras estaba rastreando los finos murmullos del universo. |
El actual radiotelescopio de Green Bank, inaugurado en agosto del 2000. |
La antena principal es tan grande que podría albergar un campo de fútbol, y permite escuchar incluso los más finos murmullos de los cuásares localizados a lo largo del Universo. Cualquiera puede intentar usar el Telescopio Green Bank, aunque se intenta que las peticiones sean lo más ordenadas posible.
Desde este radiotescopio se realizaron las observaciones que llevaron al descubrimiento del origen de los pulsares(estrellas pulsantes superdensas). En la actualidad, el nuevo radiotescopio está situado al igual que su antecesor, en una zona liberada totalmente de todas las transmisiones de radio, es utilizado anualmente por unos 150 científicos procedentes de diversos países.